Muchas veces
se nos olvida todo lo que podemos lograr en 365 días. Muchas personas ven los
días pasar, sin tomar riesgos, sin emprender y sin siquiera tratar de
conquistar sus sueños. Algunas personas simplemente se conforman, se quedan
allí en dónde están... Lo mismo pasa con las organizaciones.
Lo bueno es
que siempre podemos comenzar un nuevo capítulo y ahora con éste ano recién
comenzado, me preguntaba, ¿por qué no lo aprovechamos para
hacer las cosas de una manera diferente, mejor que antes?
El cambio beneficiará a tu empresa.
Desafortunadamente,
en algunos casos cuando hablamos de cambio, la gente se imagina algo malo. El
cambio genera miedo y también puede ser visto como algo dramático y hasta
doloroso, en vez de ser percibido como una evolución.
En el
contexto laboral, en las organizaciones, muchos empleados simplemente le temen
al cambio porque éste batirá la cultura organizacional, los procedimientos y
hasta las conductas. Especialmente los empleados que han estado largo tiempo en
la empresa deben sentir que pueden perder su poder o su reputación o sus
trabajos.
Nos guste o
no, hoy en día, cambiar no es opcional. Al contrario, cambiar es una
obligación. Por ejemplo, las necesidades de los clientes, las situaciones
políticas o económicas de los países, los cambios en el mercado o en la
industria obligan a las empresas a cambiar y a adaptarse.
Un cambio, por
simple que sea, trae nuevas experiencias a los empleados, y a la organización
en general. Por ejemplo, le ayudará a redescubrir su verdadero potencial y a
ver su negocio desde una nueva perspectiva. Un cambio, los llevará lejos de su
zona de confort, pero a la vez, le ayudará a explorar nuevas dimensiones de su
negocio, nuevas oportunidades.
Foto: Pixabay |
Si Usted piensa que su empresa no necesita cambiar, piense de nuevo.
Las empresas
perfectas no existen. Lamentablemente, que la empresa está muy bien es un error
que cometemos muchos. Los gerentes piensan que todo está muy bien, porque todo
es cómodo y conocido. Entonces, preferimos quedarnos allí quietos, sin tomar riesgos.
La verdad que el statu quo puede hacernos sentir seguros.
El statu quo
es fácil de reconocer: puede ser cuando los empleados han estado mucho tiempo
en la empresa sin sorprendernos y sin cambiar; o cuando la empresa ha vendido
el mismo producto de la misma manera y la misma cantidad por muchos años; o
cuando la empresa cree que la relación con sus distribuidores es estable y no
busca otros distribuidores o canales alternativos para mejorar. La rutina nos
puede hacer creer que tenemos todo bajo control. Pero establecerse de una
manera tan sólida puede dañar a su empresa en el futuro. El statu quo es un engaño,
no lo llevará a ningún lado. El statu quo no es suficiente para tener una
empresa exitosa.
Si usted o
sus empleados han hecho las cosas de la misma manera, es hora de reconocer que
deben ser obsoletos y deben estar perdiendo oportunidades para crecer, expandirse
o vender más. Si se toma unos minutos para pensar por ejemplo, en las ventas
por internet, la globalización, el uso de las redes sociales, los desarrollos
en el servicio al cliente y la digitalización, se podrá dar cuenta que muchas
cosas han cambiado en los últimos años.
Estoy segura que al menos uno de estos
ejemplos le está afectando su negocio actualmente, ¿verdad?
El statu quo y sus empleados
Usted como
gerente no es el único responsable del status quo. Sus empleados juegan un
papel muy importante creándolo o enfrentándolo. Usted como gerente si es
responsable de elegir y de ayudar a su equipo de una manera inteligente.
Empecemos
por el principio, fomentar el statu quo no es bueno para sus empleados. Cuando
ellos se sienten cómodos, ellos empiezan hacer las cosas de la misma manera una
y otra vez. De hecho, a la larga ellos serán resistentes a cualquier tipo de
cambio.
Lo más
importante es evaluar el comportamiento de sus empleados en este momento.
Muchos supervisores piensan que el mejor empleado es aquel que hace lo que se
le pida sin replicar. Pero la verdad es que en muchos casos esta conducta no
genera ningún cambio, ninguna nueva idea. Este tipo de empleado debe ser muy
bueno en su posición actual pero, en el futuro le será difícil romper con la
rutina, pensar de una manera diferente y hasta adaptarse a un nuevo escenario.
Mientras
Usted se dedica a elogiar a este tipo de empleados puede que esté “empujando” a
los verdaderos empleados potenciales, a aquellos que tienen una perspectiva
diferente y le ayudarán a entender las razones del statu quo y a enfrentarlo.
Es un hecho
que contratar nuevos empleados que vengan de otras organizaciones, con otras
experiencias, será beneficioso. Claro está, que esto solo sucederá si le deja
hacer su trabajo sin intentos de lavados cerebrales.
Liderazgo y gestión de cambios.
Desafiar al
statu quo no es una tarea fácil. Cambiar no es fácil.
Para
gestionar un cambio Usted debe persuadir a sus empleados a romper el statu quo.
Comunicando la necesidad de cambiar es muy importante pero no suficiente para la
ejecución. Usted y su equipo deben crear planes y actividades que sean
realistas para poder llevar a su empresa a una nueva dirección. Los cambios no
necesitan ser tan dramáticos, puede cambiar paso a paso. Es su obligación
ayudar y soportar todas las iniciativas relevantes generadas por su equipo.
Usted tiene que lograr que sus empleados estén involucrados en el cambio.
Desafortunadamente,
muchas empresas se dedican más a hablar del cambio que en ejecutarlo. Como
líder, Usted deberá representar muy bien lo que dice. No existe cosa más
frustrante y confusa a nivel laboral que tener como supervisor a una persona que
habla de innovación y cambio, pero que sus acciones sólo reflejan conductas
obsoletas.
Ahora Usted
y su empresa tienen una nueva oportunidad para enfrentarse al statu quo y así llevar
a su empresa a un nuevo camino. Haga que cada día y cada acción valga la pena y
le lleve lejos.
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